sábado, 13 de febrero de 2010

Capitulo IX - Accidentes


 Tiffany POV
-No te preocupes Dana, aún no llegan a ese punto –dije mientras corría los enormes cuerpos de mis amigos para ver a la chica alta de cabello castaño.
-Tiffany! –gritó mientras me abrazaba.
-Como estas tesoro?
-A quien le importa como estoy yo!? –gritó soltándose de mi abrazo- Como estás tú?
-Estoy bien, alegre de verte.
-Mejor, así podré decirte que eres una idiota! –comenzó a reprocharme- Como se te ocurre irte a quien sabe donde!? Y además… -continuó retándome y ya estaba levantando la voz, algunos estudiantes que pasaban la miraban con miedo. Rogaba que pronto tocara la campana para volver a clase- Tenías 14v años tonta! Y…y si te pasaba algo? Como íbamos a saber donde estabas!? Sabes que? No quiero discutir contigo –dijo abrazándome con más fuerza-. Estoy muy enojada pero me conformo con que estés de vuelta. Te extrañé mucho. –era mi imaginación o quería llorar?
-Gracias tesoro, también yo te extrañé. Si hubiera sabido que te habrías enfadado porque me fui te hubiera llevado conmigo –dije poniendo el anzuelo.
-De verdad? –preguntó emocionada.
-Si, pero de todas maneras, hubiéramos tenido 14 años, hubiera sido una gran irresponsabilidad. –Ella entendió al instante, pero ya era tarde.
-Bueno pero…eso hubiera sido diferente…habríamos estado juntas y eso... –comenzamos a reír y hablamos un poco antes de escuchar la campana.
-Bueno…nos vemos en el almuerzo –dije sin ánimos.
Nos despedimos y cada uno se fue por pasillos diferentes, yo me encaminé al salón de Geografía con la Prof. Geiler. Ya había sido su alumna antes de irme, y enseñaba bastante bien, además era divertida. Cuando me vio al fondo del salón me saludó alegremente y me deseó suerte en este nuevo año. No sucedió nada digno de emisión, prácticamente me pasé escuchando música la hora entera ya que la profesora contaba lo que le había sucedido en la mañana temprano. Por suerte la hora pasó rápido, escuché la campana y recogí mis cosas, llevé la mochila al hombro y sin mirar a nadie excepto a la profesora salí del salón. Cuando crucé la puerta me encontré con el rostro que me faltaba.
-Tiff! –gritó ella de antemano.
-Terry! –grité yo en el mismo volumen,
Nos abrazamos unos segundos impidiendo la salida de los demás y luego caminamos a la cafetería. Ella era más fácil que Dana, me entendía casi a la perfección –“casi” porque debía vivir lo mismo que yo para entenderlo perfectamente-, no me reclamó nada, ni si quiera me preguntó a donde fui; eso era lo que me gustaba de Terry. Cuando llegamos a la cafetería vimos a los demás en una mesa junto a la ventana, les hicimos señas haciéndoles entender que iríamos en un segundo. Fuimos a la fila del almuerzo y esperamos unos cinco minutos hasta que fue nuestro turno, yo no tenía mucha hambre, así que me decidí por una manzana y una botella de agua; Terry me dijo que no había desayunado nada así que compró papas fritas, una naranja y una gaseosa.
Íbamos charlando hacia la mesa muy animadas, cuando todo sucedió muy rápido: yo miraba a mis amigos, y cuando miré al frente fue muy tarde para dar un paso al costado; el impacto fue un poco fuerte e hizo que la botella de agua en mi bandeja se cayera –afortunadamente la atrapé-. Cuando volteó me di cuenta de que era el mismo chico con el que había tropezado en el pasillo, esta vez yo no me disculparía.
-Lo…lo siento –se apresuró a decir-, no fue mi intención, venía de espaldas y… -
Dijo algunas otras cosas más pero yo no presté atención, me perdí en sus ojos verdes y en su rostro lleno de arrepentimiento. De alguna manera sabía que lo conocía pero a pesar de mi mala memoria, no podría olvidar ese rostro. Entonces reaccioné y me di cuenta de que el seguía hablando, y que algunos chicos de las mesas cercanas nos miraban.
-Tranquilo –dije indiferentemente-, está todo bien. Digamos que…ya estamos a mano –él sonrió entendiendo lo que yo había dicho, y yo no pude evitar sonreírle también. Terry me codeó disimuladamente- Eh…me tengo que ir, te veo luego supongo.
-Si, claro…
Me fui de allí con algunas miradas encima y al fin llegué a la mesa. Mis hermanos me miraban intentando contener la risa, no era nada raro que yo tropezara con algo o con alguien, y en este día ya me había pasado dos veces.
-Ya pueden reírse –les dije cuando me acomodé en la silla y los rostros curiosos volvieron a sus cosas. Ellos no esperaron y comenzaron a reír.
-Que sucedió ahí? –preguntó Scott entre risas.
-Bueno, la verdad…yo venía haciendo malabares con la bandeja, la manzana y la botella, que no vi al chico que estaba caminando de espaldas… -dije sarcásticamente.
-Espero que no se haya lastimado… -dijo Tom desinteresadamente cuando hubo terminado de reír, lo necesitamos para el juego del miércoles.
-Lo conocen? –pregunté intentando pareces desinteresada mientras mordí mi manzana.
-Claro, -dijo Mason- es…
-No quiero saberlo –le corté-
-Como quieras –dijo Scott encogiéndose de hombros-. Volviendo al tema anterior…solo tú te puedes tropezar más de dos veces en menos de dos horas, y aún falta un día entero. –dijo Scott.
-Si, si, solo a mí me pasa eso- Ok, ya entendí, ahora quiero hablar con ustedes…

Autora: Prii.- (Abril)

Dejen comentarios! :D 

lunes, 1 de febrero de 2010

Capitulo VIII - Enemigo

El camino hacia las enormes puertas de roble era corto, a ambos lados de la acera había nuevos bancos sobre el césped artificial, donde estaban sentados diferentes grupos de chicos disfrutando del día o haciendo tarea de último momento. Entramos al edificio principal donde había una chica rubia detrás de la recepción, fui a comprobar mi parte de inscripción y me dedicó una larga mirada; no le presté atención y volví con los chicos.

Las paredes ahora estaban pintadas de un color rojo pálido, que la verdad, me daba nauseas, y noté también que ahora habían cuadros a medida que nos dirigíamos al Ala A, donde yo sola tendría mi primera clase. Historia, una materia que ya de por si la odiaba, y más aún con el profesor que tendría; el Sr. Flitchnes, un tipo idiota, ignorante y machista.

Traté de no darle importancia al asunto, supuse que nadie diría nada. Cuando entré, mis “compañeros” aún seguían charlando animadamente, algunos sentados sobre las mesas, y otros “descansando los ojos”. Vi un banco desocupado en la parte de atrás del salón, y desapercibidamente fui hasta allí, pero la palabra desapercibidamente, no existe en la Academia.

-Te ves hermosa Delimit –dijo Blake mientras me tomaba por el brazo. Él era el chico “guapo” de la clase por las que todas morían y mataban por salir con él. Todas las…descerebradas claro está, nadie con sentido común saldría con él.

-Ya lo sabía Arsses, no era necesaria la acotación. –dije vanidosamente, Nada raro en mi, cada uno flotaba como podía en ese estanque de tiburones.

-Siempre es necesaria una acotación cuando se trata de ti.

-Eso es obvio cariño, pero no necesito tus cumplidos de primaria. –dije tirando de mi brazo.

-Los necesitas –dijo muy pagado de si mismo e interponiéndose en m camino-. Así como me necesitas a mí. Se queme extrañaste –dijo mientras se arrimaba más a mí.

-Tengo dos cosas para decirte, la 1ra: Yo no extraño, no quiero, ni hablo con personas de tu clase. Y segundo: muévete –dije amenazante mientras lo empujaba a un lado y me iba a mi asiento.

Él no dijo nada más y se sentó, una vez más había logrado herir su orgullo. Me acomodé en la silla y puse mi mochila sobre la mesa, buscando lo positivo de todo esto; no encontré nada. Segundos después llegó el Sr. Flitchnes y puso orden al salón, la secretaria entró detrás de él y le entregó la hoja de asistencias. Todo iba normal hasta que llegó a la letra “D”

-Srta. Delimit, que agradable sorpresa tenerla nuevamente en mi clase -dijo sarcásticamente.

-Ese juego se puede jugar de a dos. –Dijo Melody en mi mente. Por supuesto que yo estaba de acuerdo.

-Sr. Flitchnes –dije con un asentamiento de cabeza- es un placer estar en su presencia.

-Como le fue donde sea que estuvo? No muy bien supongo –se apresuró a contestar él mismo- de lo contrario no estaría aquí

-De hecho, tenía asuntos pendientes aquí y decidí volver.

-Entiendo –dijo tranquilamente. No iba a venir algo bueno-. Entonces, le fue bien?

-Excelente. –dije con una sonrisa falsa muy obvia.

-Y como hizo con el dinero? Su padre le enviaba grandes cantidades?

-No necesito el dinero de mi padre. Yo misma gane MI dinero.-Trabajó?! –Preguntó con falsa sorpresa- Y de qué? Pedía monedas en la calle?

Ya quisiera. Soy mucho mejor que eso.

-Y qué hizo? Trabajó en un motel? –dijo agriamente

-Eso fue un golpe bajo. –Le dije a Melody en mi mente.

-Cómo dijo? –dije mientras me levantaba del asiento. Intenté ocultar mi furia, pero creo que no funcionó- Me está tratando como una prostituta? –todos lanzaron un coro de “Uhh…”

-No sería el primero –dijo con una estúpida sonrisa en su estúpido rostro.

-Eso si que es demasiado. Yo seré cualquier cosa, MENOS una prostituta. –De pronto recordé algo- Eso es algo a lo que se dedica su novia –ahora me tocaba sonreír a mí. Él abrió los ojos como platos.

-Como...?

-Yo se muchas cosas sobre todos en esta escuela, trató de guardármelas para mí…pero ya que hablé…Su novia, perdón me corrijo, su EX novia, ya que lo dejó por uno de sus clientes, a pesar de venderse, era de muy baja clase, ni siquiera era “acompañante” de gente rica. –Todos los que me estaban mirando sorprendidos giraron sus cabezas para ahora ve a Flitchnes- Si quiere llamar a alguien llámela a ella, tal vez le haga precio para haber tenido una relación.

Él no dijo nada, solo se sentó y respiró profundo varias veces, sabía que yo tenía razón. Y sabía que yo soltaría más cosas por lo que el tema quedó en el aire. Continuó con la lista de asistencias y el resto de la clase pasó sin ningún inconveniente, y por suerte el tiempo pasó rápido. En cuanto menos me di cuenta, la campana ya había sonado y todos se levantaron al mismo tiempo; guardé mis cosas sin ningún apuro y cuando el salón quedó vació pasé cerca del profesor y le dirigí una mirada asesina.

Doblé por un pasillo y sentí que alguien me golpeó, sentí que me impulsaba hacia atrás, automáticamente cerré los ojos esperando el golpe pero no llegué a caer ya que el que me había empujado me tomó las manos. Cuando los abrí, me encontré con un chico de cabello castaño y lacio, ojos verdes, bastante fornido pero no exagerando, y unos centímetros más alto que yo. Yo sabía que era mi culpa, venía pensando en qué les diría a los chicos cuando me vieran hecha una furia, así que me disculpé.

-Lo siento –dije sin dejar de mirar esos ojos verdes- fue mi culpa, venía distraída y no te vi –siempre había sido una costumbre mover exageradamente los brazos cuando explicaba las cosas.

-No, no, fue mi culpa –dijo el esbozando una sonrisa- Estás bien? Note lastimaste?

-Eh…no, estoy bien. Y tú?

-Sin un rasguño –su sonrisa se ensanchó y tuve la sensación de que diría algo más pero lo corté.

-De acuerdo –la sonrisa salió inesperadamente, y para mi sorpresa, no era fingida-, lo siento otra vez.

-Le sonreí otra vez y di un paso al costado para seguir mi camino. Ese chico era…no pude terminar de pensar en él ya que unos pasos más adelante vi a mis amigos. A penas me vieron supieron que estaba enojada y cuando estaba así lo mejor era no decir nada, solo se limitaron a abrazarme.

-Que sucedió? –preguntó Mason.

-El estúpido de Flitchnes, eso pasó –dije amargamente.

-Por qué? Qué te dijo? –preguntó Tom.

-Me trató con una prostituta

Dije mientras golpeaba un casillero con el pie. Por suerte ninguna profesora me vio sino ya hubiera estado en la oficina del director. Vi las miradas de enojo de los 4- Le di su merecido a ese idiota, la próxima vez no dirá nada.

-Vamos con el Director-dije Scott tomándome de la muñeca.

-Hey, hey! Tranquilos. Yo ya se lo que haré, no pensarán que no vine preparada? –dije mientras sacaba de mi mochila una pequeña grabadora de voz- Le dije de todo a ese estúpido machista, menos que no le haría escuchar esto al Director. –Los 4 rostros mostraron sonrisas malévolas.

-Se lo harás escuchar ahora? –Preguntó Brandon.

-No, lo guardaré por si se le ocurre abrir la boca, por si habla primero que yo e inventa todo. Él ya es mi enemigo.

-De acuerdo –dijo Scott, pero yo lo conocía bien, y no le gustaba nada que yo me callara.

Yo aún hervía de rabia, y los gritos saldrían pronto, así que ellos me volvieron a abrazar. Ellos me tapaban completamente, ya que eran mucho más altos que mi 1,53 y detrás de ellos escuché una voz muy familiar.

-Ahora se abrazan entre ustedes? No creí que fueron tan raros. –Se le notaba el noto bromista en su voz.


Autora: Prii.- (Abril)

miércoles, 27 de enero de 2010

Capitulo VII "Reecuentros"

Como dije, la mayoría de las cosas estaban igual, en mi habitación lo único diferente era el acolchado púrpura reemplazando el rosa; las cortinas también habían sido reemplazadas por unas del mismo color que el acolchado; y en vez de mi vieja computadora -que yo amaba- sobre el escritorio, había una notebook nueva. Rogué que mis hermanos hubieran guardado todas las fotos, música e historias que tenía allí en un disequé o pendrive, todo lo que había allí era importante para mi,pero me preocuparía por eso después.
Me quité la ropa y me puse el uniforme -aunque odiaba esa escuela, el uniforme se podría decir que era genial-: remera blanca con cuello en "V" con el logo de la Academia -dos leones que unían el escudo de la antigua familia Wispoor- en color rojo y negro; pollera tableada blanca con rayas horizontales y verticales en color rojo y negro; medias blancas y zapatos negros.
Tomé la mochila de siempre -blanca con rojo, la escuela había sido el motivo de inspiración, pero solo por los colores- puse dos cuadernillos, dos lapiceras rosas, dos azules dos negras -siempre hay alguno que se olvida alguna de las dos- , un resaltador rosa y un corrector; y luego fui a encontrarme con los chicos en el living. Ellos vestían los mismos colores, solo que tenían un fino lazo negro a modo de corbata colgando de sus cuello, remera blanca con el logo, pantalón rojo y zapatos negros. Tenían sus carpetas a mano y hablaban sobre un reporte que debían entregar.
-Wow! -dijo Tom- te ves...
-Intelectual -dijo Scott terminando la frase con lo que ambos comenzaron a reír.
-Muy maduros chicos, de verdad. Puede que no me haya enojado con ustedes pero lo de madurar era en serio.
-Hey, hey, lo siento -dijo Scott abrazándome.
-Si, lo sentimos pequeña -dijo Tom uniéndose al abrazo. Además del chico del que me había enamorado, ellos eran otra de las razones por la que había vuelto.
-Bueno...aún nos quedan 30 minutos -dijo Tom mirando su reloj- Qué quieres hacer?
Quería quedarme en casa, eso era lo que quería. Me miré en el gran espejo de la sala -que a propósito yo no recordaba- y me di cuenta de que la pollera era excesivamente larga; entonces busqué una tijera y fui a mi habitación. Me quité la pollera y marqué en la pollera unas lineas por donde debía cortar; no la hice demasiado corta, pero por lo menos ahora se me verían las rodillas. Antes de irme tenía guardada una pequeña maquina de coser que me había regalado mi nana, cuando me fijé en el armario aún seguía allí con algo de polvo; se lo quité e hice el dobladillo en el extremo de la pollera. Volví a colocármela y ahora si estaba lista para ir a la escuela.
-Ahora si te ves como Tiffany -dijeron ambos a coro.
-Si, eso creo -dije contenta,
-Te ves bien -dijo Melody- O más bien, nos vemos bien -se corrigió.
-Tienes toda la razón. -Afirmé en mi mente.
-Nos vamos? -preguntó Scott.
-Si, supongo que se podría decir que estoy lista. -dije demostrando mis enormes ganas de quedarme en casa.
Ellos se rieron y salimos de la suit, bajamos en el ascensor y cuando llegamos a la planta baja estaba más llena que antes, incluso había periodistas y fotógrafos, seguro por alguna celebridad. No sería la primera. Salimos de allí esquivando a todo la gente amontonada, y cuando al fin estuvimos afuera mis hermanos me llevaron a un BMW Z4 negro. Abrí mi boca para decir algo, pero Scott la cerró con un dedo, Tom abrió la puerta del coopiloto y se quedó allí parado, Scott abrió la puerta trasera, primero subió él y no me quedó otra que subir. Cuando dirigí mi mirada al asiento dle conductor vi una piel blanca con un delicado tono boncineo, unos ojos pequeños de color celestes y una sonrisa demasiado conocida.
-Brandon! -Grité mientras me alargaba para abrazarlo y darle un beso en la mejilla- No puedo creerlo! Que hiciste bien? -dije bromeando mientras me deshacía del abrazo para sentarme en el asiento del coopiloto. Supuse que Tom no había subido porque sabía que yo reaccionaría así.
-A que te refieres con eso? -preguntó incrédulo.
-A esto! -dije señalando todo lo que mis brazos pudieron abarcar del auto- Tienes un BMW! Algo te debió salir bien -dije mientras reía.
-Já, Já, muy graciosa. Pensé que volverías sin tu mal genio, pero sigues igual -dijo sonriendo y despeindando un poco mi cabello.
Cuando Tom subió atrás, Brandon arrancó el auto y este hizo un pequeño y casi audible sonido parecido a un ronroneo. Seguimos charlando animadamente sobre lo que había tenido que hacer para tener el auto y luego me prefguntó sobre a donde fui, pero lo frené diciéndole que les contaría todo cuando estemos todos juntos. No dijo nada más hasta que llegamos a la Academia. Se notaba a simple vista que habían agrandado todo, e hicieron más altas las rejas que protegían el lugar alrededor. Arriba, en lo alto, en medio de las rejas se enontraba nuestro escudo, era algo realmente increible ver que a pesar de los años seguía siendo tan magnífico.
Pero algo me llamó la atención, un chico que se encontraba apollado contra uno de los pilares de las rejas, tenía el cabello castaño oscuro, corto y lacio; lo llevaba un poco hacia arriba con un poco de fijador; se le notaban a pensas sus verdes ojos, ya que tenía la mirada perdida a lo lejos. No pude evitarlo y corrí entro los estudiantes para llegar a él.
-Mason! -dije o más bien grité cuando estuve cerca de él y me colgué de su cuello para estar a su altura.
Él me tomó de la cintura y me hizo girar como si fuera una niña pequeña. Él había sido mi novio, mi primer novio cuadno a penas tenía 13 años y el 14, la razón...bueno, siempre lo veía en mi casa ya que era compañero de mis hermanos y siempre me había parecido lindo, además él eran tan gentil y divertido conmigo...salimos un año y luego preferimos quedar como amigos, después de todo siempre lo habíamos sido...el resto ya lo saben.
-Como estas Taz-mania*? -dijo mientras reducía la velocidad de las vueltas para dejarme en el suell un poco demasiado mareada.
-Contenta de vovler -dije con una enorme sonris y volviéndo a abrazarlo. El me lo correspondió- Y tú? -me alejé un poco para poder ver su rostro
-Contento de que hayas vuelto. -Dijo antes de darme un pequeño beso en la frente.
Volvimos a abrazarnos y quedamos así unos segundos hsta que los demás llegaron a donde nosotros estábamos.
-Mucho amor, mucho amor -bromeó Tom mientras deshacía nuestro abrazo-. Me alegra que se vuelvan a ver...
-Pero -continuó Scott- debemos entrar. -Dijo epujándome depacio por la espalfda hacia adentro.
-Y si mejor nos quedamos aqui? -dije haciendome la tonta- El día esta hermoso, hay sol, los pájaros cantan, estaría perfecto para un picnik!
-No lo creo -Dijo Mason riéndo mientras me tomaba por los hombros.

*Taz-mania: 1991-93 es un dibujo animado producido por Warner Bros. Animation, Difusión en los Estados Unidos en Fox y en otras partes del mundo. El programa sigue las aventuras de los clásicos Looney Tunes carácter, Taz (El Demonio de Tasmania) En la tierra ficticia de Tazmania (basado en la Tasmania).

Autra: Prii.- (Abril)

lunes, 25 de enero de 2010

Capitulo VI "Viejos amigos"

Taylor POV

El avión aterrizó perfectamente a las 7:30 a.m, esperé a que me entregaran mi equipaje y me dirigí al hall del aeropuerto, el cual hoy estaba repleto de gene. A lo lejos vi a un hombre alto que sostenía un cartel que decía "Srta. Tiffany Delimit", seguramente mi padre lo había enviado.
-Já, como si lo necesitara -pensé para mi misma-.
Salí del aeropuerto con mis pies algo adoloridos a causa de los pisotones, me paré en el bordillo de la acera y dejé mis valijas frente a mi -debía tener cuidado de que no me roben-, levante mi mano como si fuera a hacer una seña para detener un taxi y alguna personas que estaban detrás se rieron. Yo sacudí mi cabeza y continué con lo que iba a hacer, llevé mi desde pulgar e índice a mi labio inferior, y de mi boca salió un agudo silbido. Acto seguido tres taxis pararon frente a mí, antes de tomar mis cosas me giré para sonreírles a los que se rieron antes y me subí al taxi más cercano.
Por suerte ya conocía al conductor, cuando era pequeña él nos llevaba a mi y a mis hermanos a la escuela, además era amigo de mi padre, era dueño de la empresa más grandes de taxis y limusinas, tan grande que a veces él mismo tenía que conducir. Me preguntó de donde venía y yo le resumí demasiado la explicación, también le pregunté sobre su familia y sus hijas, ya que de pequeñas solíamos jugar juntas. Cuando llegamos al Plaza él me deseó suerte, conociendo a Taylor, seguro la necesitaría.
Me sonrió y yo le saludé con la mano y vi como el auto se alejaba entre los otros. Tomé mis valijas y entré al hotel donde pasaría el resto de los próximos...2 o 3 años. El lugar era enorme -era por eso que era elegido por las familias adineradas-, era fresco y perfectamente iluminado, había brillo por doquier: en las lámparas, en los candelabros, en las mesas y sillones, en las escaleras y ascensores...pero lo que más me gustaba era que el hotel tenía cierto aire del siglo XIX y XX, la época del Esplendor como la describían algunos artistas. Estaba tan entretenida que salté tres pasos hacia adelante cuando sentí unas manos en mi cintura; el grito quedó silenciado en mi garganta, mis manos tapaban mi boca, y mis ojos estaban cerrados sin intención de abrirlos.
Pasaron unos segundos en los que yo no abrí la boca ni los ojos, solo sentía el murmullo de las personas que conversaban sin percatarse de lo que me había sucedido. Y luego...sentí unas risas detrás de mí. Di media vuelta lentamente para encontrarme con un chico alto, con el cabello rubio y despeinado.; y otro igual de alta, de cabello castaño y lacio hasta la nuca. Ambos se doblaban de risa, y yo los miraba con cara seria. Ellos se dieron cuenta y dejaron de reír.
-Ustedes son idiotas o estudian para serlo? -les grité lo suficientemente bajo para que solo ellos escucharan.
-Tranquila hermanita. -Dijo Tom.
-Solo queríamos darte la bienvenida –dijo Scout.

-Al estilo Tom

-Y Scott –dijo este último terminando la frase.


*Dice: Significa Dado en ingles. Les explico la simbologia del apodo. Taylor siempre tuvo suerte en los juegos, como los juegos de mesa, poker, truco, en fin, todo jeugo que tenga que ver con las apuestas.


Autora: Prii.- (Abril)


Capitulo V "Acosado"

Taylor POV

No estaba seguro de si el viaje había durado poroc tiempo o si había dormido las 4 ahoras que duraba, de todas formas tampoco me importó. Parpadeé un poco hasta que mis ojos se acostumbraron a la luz, y cuando miré a mi derecha vi a una chica de mi edad, morena de ojos celestes, linda, pero no era la chica que me había enamorado. No me malinterpreten, que no haya encontrado a mi bailarina, no significa que no haya estado con una chica dusrante este tiempo, desde que fui a Londres había estado con muchas, pero nunca había sentido por ellas algo más que cariño o amistad.
-Hola -dijo ella con una sonrisa mientras colocaba un mechon caido de su recojido dentrás de su oreja.
-Hola conetesté con una sonrisa cortés.
-Al fin despiertas -dijo divertida- dormiste desde que el avion despegó.
-Si bueno...tuve una mala noche -traté de ser un poco cortante.
-Bueno, espero que te sientas mejor -le sonreí obligadamente-. Y dime, como tem llamas? -esta chica no entendía indirectas.
-Taylor
-Audrey -dijo mientras extendía su mano contra la mia. Yo la tomé por cortesía- Valla! Tienes manos muy suaves
-Gracias
Estuvo a punto de decir algo, pero la voz en el altavoz la cortó, aunciando que aterrizaríamos en la pisa; me abroché el cinturón y me concentré en mi bailarina -si prestaba atención a la turbulencia me desmayaría-. Seundos después todos se levantaban para bajar sus valijas y salir del avión; primero fui al baño para no tener que soiportar a mi acosadora, y cuando vi que bajó fui por mis cosas y tamién bajé. Todo iba bien hasta que entre al hall, traté de esconderme pero ella ya me había visto.
-Hey Taylor! -dijo cuando estuvo más cerac de mi- me preguntaba, si no estás ocupado, si quisieras que vaymos a tomar algo.
-De hecho, si estoy ocupado. Lo lamento, no creo que puedo -ella ni si quiea se molestó.
-Ok, no te preocupes -dijo mientras sacaba una pequeña tarjeta dle escote de su remera, supuse que la había sacado de su sostén-Toma, cuando te desocupes llámame
-Oh por Dios! Esta chica ya me estaba molestando. Debo terminar esto ahora. -Pensé.
-Escucha Audrey -dije mientras corría la tarjeta hacia su lado- no puedo resivirla. La verdad, tengo novia, y no creo que le guste que salga con otra.
-Oh, bueno. No te preocupes.. -ahora se veía nerviosa o más bien apenada- fue un malentendido -dijo con una sonrisa falsa- Disfruta New York.
-Tú igual
Ella se fue y yo seguí de largo buscando a alguien que me llevara al depertamento de mi padre, pero me sorprendió y alegró al verlo a él esperando en uno de los muchos asientos; cuando me vio se puso de pie y me saludó con la mano. Yo le devolví el saludo y fui a donde él se encontraba. Cuando estuvimos en frente el me abrazó y me palmeó la espalda, y yo le devolví el abrazo.
-Me alegro de verte hijo -se notaba la alegría en su voz.
-También yo papá. Te heché de menos.
-Lo se hijo, para mi tampoco ha sido fácil, pero era necesario en el momento.
-No te preocupes, lo entiendo.
Le dije minetras nos encaminábamos ahcia el exterior del aeropuerto.En la calzada vi un auto, y que auto! Era un BMW X6 negro, con vidrios polarizados y llantas modificadas.
-Wow, que auto! -dije pensando en voz alta.
-Gracias hijo -dijo con una sonrisa. Me constó entender el mensaje.
-Es tuyo?!
-Si, cuando el trabajo mejoró me permití comprarlo.
-Es genial papá! -lo felicité- Me dejarás conducir? -le pregunté emocionado.
-Tienes tu permiso?
-Mierda! No pensé que me la pediría -Pensé.
-La dejé en Londres -dije algo enojado.
-Entonces para otra ocación -se burló. Subió mis cosas a la parte de atrás, yo subí al lugar del coopiloto y el se acomodó del lado del conductor.
-Y, te divertiste en Londres? -me preguntó mi padre durante el camino.
-Si, lo sificiente para estar calmado un tiempo mientras esté aquí -ambos reímos.
-De acuerdo, me alegro que la hayas pasado bien? Y como está Jannine? -preguntó por obligación.
-Está bien -me limité a responderle. A él no le gustaba menos que a mí lo que ella hacía.
Llegamos al Hotel "El Plaza", un hotel de 5 estrellas ubicado en la 5ta Avenida, había pasado muchas veces por ahí antes, pero nunca imaginé que algún día viviría allí. Como antes, me sorprendió lo grande y magnifico que era. Saqué mi equipaje que eran dos valijas y me dirigía a la opuert, el portero abrió y me dio la bienvenida al Plaza; realmente podría acostumbrarme al lugar. Le agradecí y seguí caminando al centro de la recepción a esperar a mi padre, traté de ocular mi asombro, pero creo que no funcinó. Cuando giré para seguir viendo el lugar, vi un rostro familiar pero no agradable, para mi suerte y desgracia, Audrey también se alojaría aquí; traté de ocultarme nuevamente, pero sin éxito.
-Taylor? -preguntó mientras me hacía girar por el hombro- Wow, que sorpresa! -dijo con una enorme sonrisa.
-Si, eso creo.
-Que...raro. Me estas siguiendo -cromeó.
-No, puras coincidencias -dije cortante, pero ella no lo notó. En ese momento, y gracias a Diosa, apareció mi padre.
-Tyalor, este es nuestro departamento, aquí tienes una llave, trata de no perderlo -eso lo decía porque yo era sumamente despistado-. Yo ahora debo irme, sucedió algo en el laboratorio.
-No hay problema -me di cuenta que él se había percatado de la precencia de Adrey entonces los presenté- Papá ella es Audrey, Audrey el el mi padre Aaron Tenison.
-Un gusto jovencita -dijo él amablemente.
-Igualmente
-Ya se conocían? -Preguntó mi padre.
-Algo así -se apresuró a contestar Audrey.
-Que bueno! Tal vez puedan pasar un tiempo juntos en lo que yo vuelvo del laboratorio
-Demonios! -Pensé.
-Si calro! Sería fantástico -obviamente aprovecharía esta oportunidad, pero yo no le daria paso.
-De hecho papá -dije dándole la espalda a Audrey- Ahora pensaba ir a ver a Emil, me mando un sms diciéndome que si estaba en su casa -dije guiñándole un ojo.

-Oh si! -dijo mi padre rápidamente- Lo comentaste en el auto -por suerte disimuló muy bien.
-Oh bueno, quedará para otra ocación supongo. Nos vemos luego Taylor, un gusto Sr. Ténison -dijo ella mientrás daba media vuelta.
-Igualmente -él espeó a que ella estuviera mas o menos lejos- Que fue eso? -preguntó tratando de parecer serio.-La conocí en el avión y no dejó de acosarme. Y al parecer hice algo malo, porque el cielo me castiga haciéndo que ella también se aloje aquí -dije molesto, con lo cual mi padre se hechó a reír.
-Bueno Taylor, debes vivir con ellos. Ahora si debo irme. Hay comida en la nevera si quieres comer, y tu cuarto ya está preparado, o al menos la cama.
-Muy bien, no te preocupes. Ve al trabajo, yo me acosaré a dormir.
-Pensé que los ingleses despertaban a esta hora -se burló.
-Si bueno... -dije pasando mi mano por el cabello- nunca me llegué a acastumbrar al cambio de horario, así que no habrá ninguna diferencia -dije encojiéndome de hombros.
-Está bien, como quieras -dijó el riendo despacio.
-A propósito, cuando comienzo las clases? -pregunté sin ánimos.
-Mañana, ya te matriculé así qeu a penas llegues deber retirar tu horario.
-Seguro. Nos vemos -le dije mientras tomaba mis valijas y daba media vuelta a las ascensores.


Autora: Prii.- (Abril)

Capitulo IV "La bailarina"

Taylor POV

Ya me había cansado de Londres, había pasado un año y medie y aún no me acostumbraba al cambio de horario, eso sin mencionar a mi madre. Aunque ella era la persona que me dio la vida y todo lo demás, no soportaba su actitud, no me gustaba que intentara "corregirme" luego de no haber estado conmigo durante 14 años. Venir a Londres obligado por mi padre, había sido mi peor error.
Entonces decidí volver a New York con mi padre. Era la hora del crepúsculo y mi madre no estaba, así que fui al aeropuerto para sacar un pasaje a USA. Cuando terminé y llegué a mi casa era de noche, y mi madre seguí haciendo de "acompañante", así que fui a la casa de mi amigo para despedirme.
-Hey T -como me llamaban ellos- estás seguro de esto?
-Si Marck. No aguanto más estar en esa casa, es una locura y... mas que humillante.
-Escucha, se que es difícil, pero es tu madre, debes aceptarla como es.
-Y lo hago Marck, lo hago! Lo que no acepto es su "trabajo". Solo a ella, bueno no solo a ella, pero, como se le pudo haber ocurrido vender su cuerpo para ganar dinero fácil?! -el enojo y la frustración se apoderaron tanto de mi que ahora gritaba.
-Calma hermano, calma. Como ya te dije, es difícil, pero ella tomó la decisión, nadie la obligó.
Si, y eso es lo peor -dije un poco más calmado. No gritaba pero tenía ganas de golpear algo o a alguien- Pero tienes razón, fue su decisión. Le ofrecí mi ayuda, papá también lo hizo y ella se negó. Aquí termina todo.
-Está bien T, es tu decisión y sabes que te apoyo.
-Gracias hermano -dije dándole la mano y chocando los hombros-. Te conviene ir a New York -ya había dejado el tema de mi madre por ahora.
-Seguro! Además recuerda que aquí ya terminamos las clases, pero tú tendrás que empezar de nuevo -dijo el entre risas, o más bien carcajadas.
-Si eso apesta -dije yo riendo.
-Y ahora que vas a "empezar de 0"...buscaras alguna chica? -dijo con un tono burlón, pero sabía que estaba serio.
-No lo se hermano... -dije algo triste- Alguna vez te conté de la bailarina?
-Que bailarina? -preguntó algo divertido por el nombre.
-Una chica que conocí en un baile de disfraces en mi escuela en USA. Iba disfrazada como bailarina de los '70, con una camisa blanca ceñida a su cuerpo, una pollera a cuadros rosa con líneas blancas hasta las rodillas, y unas zapatilas blancas.
-Wow! Realmente la escaneaste hermano -dijo bromeando, aunque yo estaba serio.
-Hermano, recuerdo todo de ella, ni podría olvidarme de ella, ojos grandes y hermosos e un color verde, cabello rubio y lacio con algunas ondas, y probablemente medía 1,50.
-Y...que pasó? -Preguntó ansioso.
-Bailamos una canción, ella solo me había dicho que solo bailaría una, y luego nos fuimos a sentar. Ella me preguntó quien era pero no se lo dije, luego intentó quitarme el antifaz pero tampoco la dejé... -y volví a verla, sus ojos verdes brillaban con las luces, yo estaba encantado con ella. Más bien, ella me había encantado- Nos miramos por unos segundos, y no pude resistirme más, la besé...y ella no se negó, así que tampoco yo lo hice. Luego comenzó a llover y se apagaron las luces, la llevé adentro y allí nos encontramos con un migo suyo. Yo quería estar con ella hasta que se fuera, pero me llamaron para ayudar con la electricidad y le pedí al chico que me fue a buscar que escribiera una pequeña nota para que se la dejara y me fui a ayudar.
-Pero...por qué no le dijiste tu nombre?! -preguntó Marck confundido.
-No lo se hermano, soy un idiota. Y lo peor de todo, es que al otro día tuvo que venir a Londres y... -él me interrumpió.
-Espera, espera, espera... -hizo una pusa- estás diciendo que ella no supo tu nombre ni tú el de ella?
-Así es Marck -dije mientras tomaba un cigarrillo y lo prendía.
-Confirmado Taylor, eres un gran idiota. -Yo solo quedé callado, viendo como el humo del cigarrillo desaparecía- Pero si la vieras sin el disfraz, la reconocerías?
-Absolutamente -dije sin dudar- no podría olvidar nada de ella -sonreí de repente- ni si quiera su altura, su forma de bailar...antes de bailar con ella, la vi bailando One more Time*, y créeme Marck, lo hacia bien. -sonreí aún más.
-Bueno, si no la reconoces físicamente, aún te queda eso.
-Eso creo...
Me despedí de Marck y me fui a casa, estuviera mi madre o no. Como supuse no estaba, tal vez se había quedado en la casa su nuevo acompañante. No me importó. Empaqué mis cosas, y me acosté a dormir, rogando que cuando me despertase mi madre aún no estuviera en casa. Dormí un poco preocupado por lo que pasaría, pero feliz, porque soñé con ella.
El sonido del despertador me asustó por la mañana, quería tirarlo al sueño con todas mis fuerzas porque no me dejaron imaginar como sería ella debajo de ese antifaz, pero me contuve. Me puse una remera blanca y una camisa roja encima, unos vaqueros, las zapatillas y bajé a la cocina. No había nadie, así que prendí la maquina para hacer café y hasta que estuviera fui a ver si mi madre estaba durmiendo. Efectivamente estaba en su cama, preferí no despertarla y hacerle una carta para no tener que darle falsas explicaciones.
Volvía a la cocina y me preparé unas tostadas, me serví el café y desayuné demasiado rápido, lo que hizo que me ahogara; tomé un vaso de agua y me sentí mejor, aunque aún sentía el café en mi nariz. Busqué un lápiz y papel para escribirle una nota a mi madre, me constó un poco pero las ideas vinieron al fin.

"Mamá:
Primero que nada disculpa por escribirte una carta y no decírtelo en persona, pero aún dormías y no quería despertarte. Ayer decidí volver a New York con papá, pensé que sería mejor hacer mis dos últimos años junto con mis compañeros. Mi papá me recibirá en el aeropuerto y me llevará a casa, te llamaré cuando llegue. Cuídate. Te quiero.

Taylor.

Dejé la carta en la mesa y me fui a buscar mis valijas, salí despacio de la casa intentando no hacer ningún ruido. Tomé un taxi y me fui al aeropuerto. El avión ya estaba allí, solo esperaba a algunos pasajeros. Me subí y pensé que esto era lo mejor, extrañaría a mi madre en un retorcido sentido, pero si me quedaba aquí las cosas entre nosotros no terminarían bien.
No queriendo pensar en ella, pensé en la bailarina, mi bailarina. Tal vez ella aún siguiera en la Academia Sineley, en ese caso la buscaría sin parar. Anunciaron que el avión ya había despegado, cerré mis ojos pensando en dormir un poco, pero cuando desperté, ya nos acercábamos a New York.
Al fin había llegado.



*One more time: es una canción de la cantante estadounidense Britney Spears, escrita y producida por Max Martin, e incluida en el año 1999 en el primer álbum de estudio de la cantante, ...Baby One More Time.


Autora: Prii.- (Abril)

Capitulo III "El viaje"

Tiffany POV

Tomé un baño rápido, y cuando salí ya no tenía energías para secarme el cabello, así que me tiré a la cama con la bata puesta y aún mojada; había hecho muchas cosas durante el día y me habían dejado agotada. A la mañana siguiente me despertó el ruido del despertador a las 5 a.m, pero cuando estiré mi mano a la mesa de noche para apagarlo, no estaba; me incorporé de golpe en la cama y traté de recordar donde lo había dejado, y fue cuando vi las valijas en el suelo -despistadamente lo había guardado la noche anterior-. Abrí la valija y lo apagué, rutinariamente me fui al baño, y como me había acostado con el cabello mojado, había amanecido con ondas, así que lo recogí en una coleta alta para que cayera en forma de cascada; me cepillé los dientes y me lavé la cara. Me saqué la bata y me puse la ropa que ya tenía preparada, guardé la bata y me fui a la cocina, me preparé unas tostadas y ya tenía jugo de naranja natural fresco.
Cuando terminé lavé las cosas, las sequé y las guardé rápidamente en la valija correspondiente. Llamé botones para que las llevara abajo, como yo llegué antes que él me apresuré a pedir un taxi; no esperé mucho hasta que llegó. Saludé al Sr. Gesfil desde la puerta y entré al asiento trasero mientras el conductor metía mis valijas en el porta equipaje.
-A dónde? -preguntó cuando subió.
-Al aeropuerto LAX por favor
-OK –contestó simplemente.
-Por suerte nos tocó un día sin tráfico -dijo Melody, mi otra personalidad.
-Si, es una suerte. El tráfico ayer estaba horrible -contestó el conductor
La cosa es esta, yo sufría de una enfermedad llamada TPM (Trastorno de Personalidad Múltiple) debido a acontecimientos pasados, mi mente creó otra personalidad que me ayudó cuando atravesaba ese problema. Lamentablemente aún no sabía que problema era ese. Cuando estábamos avanzando con mi psicólogo, me vine a L.A. Y así Melody se apoderó del ambiente hasta que llegamos al aeropuerto, no es que ella no me agrade, todo lo contrario. Era bastante alegre y amable, yo en cambio, era alegre, carismática y sociable, pero no con extraños como ella; y mi gran defecto: era un poco demasiado vanidosa y sínica.
En fin, cuando llegamos yo volví a tomar el control de mi cuerpo, y vi al chico bastante ilusionado, Melody debió haber sido más amable de lo que debería haber sido. Ambos bajamos del auto y esperé a que me diera mis valijas. Le pagué con un billete de 20 y me fui dándole les gracias, puedo decir que el tipo estaba desilusionado, tal vez pensó que le daría mi número o algo así. No me detuve en los negocios, fui directo a la plataforma donde aterrizaría mi vuelo. Pasaron 5 minutos y mi vuelo apareció en 1er lugar en el panel de vuelos puntualmente a las 6 a.m
Fui una de las primeras en subir, me acomodé en el asiento colocándome el cinturón y cerré los ojos, deseando que para cuando los abriera ya me encontrara en New York. La azafata anunció que el vuelvo había despegado perfectamente, entonces me di el lujo de relajarme; al principio pensé en dormir, pero luego sentí curiosidad.
-Quieres decirme que le dijiste al conductor? -Le pregunté a Melody en mi mente.
-Oh, nada especial. Solo que me parecía lindo y que si volví a L.A me gustaría salir con e
-Estás loca eh? -dije bromeando. Prefería reírme por eso a enojarme.
-Tal vez. En eso nos parecemos -dijo segura de si misma.
-Seguro que si.
Fue lo último que le dije, podía serlo a veces, pero o soportaría SUS locuras; eran peores que las mías, o en realidad, mas extrañas. Me desperté cuando faltaban 20 minutos para llegar, y por una extraña razón, me sentía nerviosa o ansiosa, y cuando me di cuenta, estaba chocando mis dedos nerviosamente contra el asiento. Como la señal de "permanecer en sus asientos" estaba apagada, me levanté y fui a buscar a la azafata.
-Que desea Srta? -me preguntó amablemente con una sonrisa. No se cansaban de ser tan amables y sonreía todo el tiempo?
-Un vaso de vodka por favor. -ella me miró de arriba a abajo sin ocultar su sonrisa burlona.
-Disculpa, pero solo servimos bebidas alcohólicas a mayores de 18 años
-Yo tengo 18 -dije rápidamente a la vez que sacaba un documento muy bien falsificado para ocasiones como estas, o para sacar un boleto en avión a N.Y. Era un día feriado, y las comisarías no estaban abiertas cuando encontré el documento en la calle. Busqué a su propietario por los lugares cercanos, pero fu en vano.
-Oh, está bien -dijo al momento que me entregaba el documento.- vaya a su asiento y en seguida le llevaré el vaso.
-Muchas gracias -dije antes de dar media vuelta e irme a mi asiento. En menos de 5 minutos ella me llevó la bebida.
-Aquí tiene Srta.
-Muchas gracias
-Se le ofrece algo más?
-No por ahora, gracias.
Ella se retiró y yo tomé el vodka de un solo trago -para tener 16 años, había experimentado bastante con el alcohol, pero nunca llegué en malas condiciones a mi casa- Los minutos restantes estuve tranquila en mi asiento, y cuando anunciaron que estábamos ya en N.Y una enorme sonrisa cruzó mi rostro. Pegué mi cara a la ventanilla y vi la Estatua de la Libertad, tan majestuosa como siempre; los millones de autos de color amarillo que gobernaban el tránsito...Al fin estaba de regreso.


Autora: Prii.- (Abril)